Administración Pública de Cantabria; Ética…Calidad, Confianza y Credibilidad (Nº8)

Plan estratégico 2.035: La Administración Pública en la Comunidad Autónoma de Cantabria (Nº8)

CAPÍTULO II. DESAFÍOS DE LA GESTIÓN PÚBLICA EN CANTABRIA.
SEGUNDO DESAFÍO. POTENCIAR CALIDAD, CONFIANZA Y CREDIBILIDAD

INDICE DEL POST
1.Principio Teleológico; recuperar calidad, confianza y credibilidad.
“No hace falta un Gobierno que sea perfecto; se necesita uno que sea práctico” Aristóteles

Nada menos que  2.400 años han pasado desde que Aristóteles dejaba de herencia su Doctrina Teleológica basada en la explicación de las leyes de la Physis, el principio del movimiento y del cambio. En aplicación de dicha doctrina cualquier proceso, desde el momento de su creación,  comienza la tendencia a su  fin, logrando   su  potencial en su pleno desarrollo y en función de cómo fluya dicho progreso  dependerá el devenir y posible decadencia del mismo.

El filósofo debido a su formación en  biología y política,  aplicaba esta ciencia tanto al cuerpo humano como a la cosa pública, por lo que resulta aplicable a la gestión de la administración. Por lo tanto el desarrollo y comportamiento de ésta última, repercutirá en su sostenibilidad o decadencia.

Hoy en día, los ideales del discípulo de Platón  siguen vivos y  teniendo en cuenta el principio teleológico, podemos llegar a la siguiente conclusión: “si no se accionan  los  mecanismos que especialistas  de la administración pública promulgan para  una transformación real   de la gestión pública, el desarrollo  y declive hacia su fin se acelerará de forma precipitada.” 

Por lo tanto, y enlazando con anteriores entradas a este Blog que  han servido para reflexionar   sobre la primera  de las variables primarias en la planificación estratégica  que debe atender  la administración pública de Cantabria, su  relevo generacional, es necesario detenernos en el estudio de una segunda variable, en concreto lo relativo al  comportamiento de la administración pública de Cantabria,  respecto a la gestión actual de los bienes tangibles e intangibles que configuran el sector público.  

Manifestaba el maestro de Alejandro Magno, que la Ciencia Política (administrativa) es la madre de todas las demás ciencias  por el  mero hecho de que  éstas dependían  del estado de salud de la primera.  En las siguientes entradas de este Blog procederá con carácter obligatorio efectuar  una profunda  reflexión  sobre esta naturaleza y su relación directa con el sector público. En este sentido el objetivo es lograr potenciar la calidad, confianza y credibilidad de la gestión pública regional.

En  clave aristotélica se trataría de impulsar a través de diversas variables las “virtudes” que  traducidas en bienes tangibles y bienes intangibles permitan a la administración pública   promover las condiciones  que garanticen el cumplimiento de los derechos fundamentales,  como esencia  del  interés general, respondiendo a la Agenda 2.030, y en definitiva a la “vida buena administrativa”, amenazada actualmente, entre otras cuestiones, por el fenómeno del  COVID 19.

Los datos empíricos al respecto de la sociedad cántabra muestran la existencia de una curiosa  paradoja en la relación “ciudadanos vs administración pública”. Los habitantes de Cantabria en la última encuesta sobre calidad de servicio en el año 2.017 aprueban con nota de notable la percepción de los mismos, pero muestran a través del CIS una adversidad contra la administración pública, destacando el fenómeno denominado por Carles Ramió como “burofobia“.

Por todo lo expuesto, en los últimos años se han incrementado los estudios para entender cuál es la motivación que lleva a los ciudadanos al escepticismo burocrático, cuando se entiende, desde la ciencia de la administración, que las instituciones públicas están para velar por los intereses de la ciudadanía.

Esta situación  evidencia  a una  sociedad alejada  cada vez más de su  administración pública, más en lo referido a su continente (dirección y gestión política) que a su contenido (servicios públicos). Razón por la cual, el  descrédito y desconfianza  mostrado por  los ciudadanos en la gestión pública  actual, es alarmante y debe ser objeto de  una necesaria reflexión  por  parte de la sociedad, más aún por parte de los gestores públicos, en aras de atender al principio de responsabilidad. Este fenómeno de distanciamiento social entre ciudadano y gestión pública puede estar influido por la desafectación que la ciudadanía demuestra respecto de la clase política, dada las injerencias que esta última provoca en el sector público.

El filósofo de Estagira educó sobre la necesidad de  desarrollar una administración que armonice la excelencia (areté) en defensa del bien común, alejando la corrupción, despotismo, clientelismo político y todos esas externalidades negativas que deterioran  el sentido de la cosa pública. No cabe duda que el compromiso de la sociedad, tanto en el caso de aplicación de los derechos fundamentales de los administrados, como en el objeto social de los  servicios públicos, deben ser activados desde la propia gestión de la  administración.

En base a esta premisa, nos detendremos a analizar la búsqueda de  respuestas relacionadas con  el modelo autonómico de administración pública y el punto de vinculación con la esfera política. Dicho de otro modo, las consecuencias de la intromisión de la clase política en la burocracia, y su  sentido bidireccional,   la integración de los burócratas en la carrera política. Para ello es necesario conectar con el modelo napoleónico y weberiano (ver entrada nº 2 del Blog)  como indicador, en los tiempos actuales, de la contribución de una ineficacia gubernamental y la posible alimentación de la corrupción y la mala praxis gerencial, apoyándonos  en las  teorías de Víctor Lapuente y Carl Dahlström.

Adela Cortina afirma que “Ética” proviene del griego “Ethos” y en nuestro idioma significa “carácter o “modo de ser”, invitando a una reflexión sobre la ética en el ámbito de la administración y como síntesis, a considerar la afirmación de que la demanda de la ética pública  y administrativa es primordial en la gestión actual de los recursos comunes, así como en el procedimiento respetuoso relativo a la dación del servicio.

Desde una perspectiva intrínseca de la organización, resulta vital la recuperación de la ética pública y administrativa del poder público y sus agentes en las instituciones administrativas para lograr la ética aplicada a través de los recursos personales. La puesta en marcha de programas, planes, códigos de conductas, etc. hacen replantear nuevas formas de gestión. Las administraciones en Cantabria deben ser conscientes y consecuentes con las preocupaciones que atañen a la sociedad actual, comprometiéndose con ella en la cooperación de las demandas actuales sobre temas de interés que preocupan a sus ciudadanos; políticas de igualdad de género, sostenibilidad de los recursos, medio ambiente,  integración cultural, entre otros. Por ello, se apuesta desde este análisis, en base al “ethos” de la organización, al desarrollo consecuente de los actos en todas y cada una de las dimensiones de la actividad administrativa.

El sostenimiento de la gestión pública  pasa por abrir la administración pública al exterior, en busca de una participación activa y real de los propios ciudadanos. Dicha apertura, en virtud de la transparencia administrativa tiene como objetivo minimizar la adopción de medidas que puedan beneficiar al gobernante, alimentando sus propios intereses individuales, en detrimento del bienestar de la sociedad. De hecho, la nitidez en la gestión conduce a un conocimiento general que puede limitar las intenciones de los órganos del poder en sus actuaciones partidistas. (Lapuente & Dahlström, 2018).

Por este motivo, la filosofía demandada sobre la apertura de gobierno no se limita exclusivamente a cumplir las normas legisladas, sino a preparar a la ciudadanía al uso y manejo de esta nueva percepción. La administración electrónica y la participación activa de la ciudadanía están relacionadas íntimamente con el sostenimiento del futuro próximo de la gestión pública en la región cántabra, así como de sus entes locales. La cooperación y colaboración en la participación ciudadana tiene como objetivo presentar alternativas que puedan reducir los costes administrativos en sus entidades, implantando nuevos instrumentos o modelos de gestión aplicados en el sector privado o a través de la innovación que puedan otorgar valor específico en los servicios públicos. El uso de las nuevas tecnologías, debe canalizar la administración a través de la esfera digital, donde la participación social puede descongestionar la burocracia, así como reforzar la toma de decisiones en la gestión pública.

En este sentido, la participación de la ciudadanía en la planificación de las políticas públicas a través de diferentes mecanismos como, administración electrónica,  acceso a los datos, etc,  son activadores de diversas formas de implicación y colaboración en la propia gestión pública, aspectos que serán tratados en puntos sucesivos de este Blog, dando respuesta a la concepción de administración abierta.

Si los ciudadanos son agentes de control en la nueva administración, la inspección de servicios generales de la administración autónoma, como órgano de control interno, debe ser potenciada y jugar un papel proactivo en el funcionamiento interno de la propia calidad de la gestión pública en Cantabria.

Por otra parte, para lograr la consecución exitosa de esta transformación de bienes tangibles e intangibles es fundamental estimular todos los instrumentos que ofrece la inteligencia emocional, con el objeto de empatizar de manera especial con los propios empleados públicos y el administrado, como activos fundamentales para lograr la modernización. 

A través de potenciar y entender la comunicación activa y pasiva, se logrará eficacia entre todos los intervinientes que deben mantener con espíritu los organismos públicos, desde la ciudadanía, el personal al servicio de la administración, la propia clase política y el gobierno correspondiente. Por esta razón, en este apartado se trata de dar respuesta a todas las estrategias que debe marcar la agenda de Cantabria para lograr una planificación proactiva con la finalidad de aumentar la calidad, credibilidad y confianza de sus instituciones públicas.

Por todo lo expuesto, estás invitado a participar en las próximas reflexiones que aparecerán en este Blog, sobre la importancia que tiene la aplicación positiva de   los  bienes tangibles e intangibles que ofrece el escenario actual a la  Administración Publica de Cantabria: desvinculación política de la administración,  apertura  de la administración pública, transparencia, participación y cooperación ciudadana, ética, comunicación administrativa, etc